Mucho se ha escrito en los últimos meses acerca del último borrador del real decreto de autoconsumo publicado por el Ministro Soria, y que aparentemente quedará aprobado antes del final de la legislatura.

En cualquier caso, y partiendo del supuesto de que el borrador se aprobará – y más que probablemente se derogará pasados algunos meses, como consecuencia de un cambio de gobierno tras las próximas generales, como esperamos TODAS las empresas y empleados del sector fotovoltaico en España – en mi modesta opinión, no deberíamos centrar exclusivamente todos nuestros esfuerzos en denunciar la ilegalidad e incoherencia del futuro Real Decreto de autoconsumo.

Digo esto, por que como en muchas otras industrias, el éxito a nivel de innovación tecnológica no solo se sustenta en el viabilidad legislativa de la implantación de la misma, sino también, en otros pilares que resultan fundamentales a la hora de acelerar su adopción por parte de la masa crítica.

Cualquier producto innovador, previo a su adopción por parte de la gran masa de usuarios, debe pasar por diferentes etapas del ciclo de adopción, hasta que el mercado de forma secuencial, acepta, adopta y percibe los beneficios asociados a la utilización del nuevo producto.